La pancreatitis, o inflamación del páncreas, ocurre cuando las enzimas digestivas atacan al páncreas en lugar de descomponer los alimentos en el intestino delgado.
La pancreatitis aguda suele implicar un solo episodio en el que el páncreas se inflama y luego vuelve a la normalidad. La pancreatitis crónica se caracteriza por una inflamación continua y puede provocar daño permanente al páncreas y su función.
Factores de riesgo
Los cálculos biliares son el principal factor de riesgo para la pancreatitis aguda, mientras que el alcoholismo es un factor de riesgo significativo para la pancreatitis crónica.
Otros factores de riesgo incluyen afecciones de la vesícula biliar, antecedentes familiares de pancreatitis, ciertos medicamentos, lesiones en el abdomen, tabaquismo y úlceras.
Síntomas de posible pancreatitis
Los siguientes son los síntomas más comunes de una posible pancreatitis.
Sin embargo, cada individuo puede experimentar los síntomas de manera diferente.
- Dolor abdominal intenso en la parte superior del abdomen que se irradia hacia la espalda y, a veces, hacia el pecho.
- Náuseas
- Vómitos
- Pulso rápido
- Fiebre
- Hinchazón en la parte superior del abdomen
- Ascitis (acumulación de líquido en la cavidad abdominal)
- Bajar la presión arterial
- Ictericia leve (coloración amarillenta de la piel y los ojos)
Causas
El consumo excesivo de alcohol o los cálculos biliares causan la mayoría de los casos de pancreatitis. Las causas menos comunes incluyen ciertos medicamentos, infecciones, traumatismos, trastornos metabólicos y cirugía. En alrededor del 10 al 15 por ciento de los casos de pancreatitis aguda, se desconoce la causa. Muy raramente, la pancreatitis es causada por la genética (pancreatitis hereditaria).
Detección y diagnóstico.
Para el diagnóstico, el médico busca signos de ictericia, debilidad, emaciación, diarrea o heces malolientes. Los pacientes con antecedentes familiares de pancreatitis, antecedentes de abuso de alcohol o varios episodios de dolor abdominal intenso deben someterse a pruebas de pancreatitis crónica.
El médico utilizará una o más de las siguientes pruebas:
- Análisis de sangre: Identificar anomalías asociadas con la pancreatitis crónica y ayudar a descartar la inflamación aguda.
- Prueba de heces: Para medir el contenido de grasa en las heces. La pancreatitis crónica suele causar exceso de grasa en las heces porque el intestino delgado no la digiere ni la absorbe correctamente.
- Ultrasonido: La ecografía endoscópica puede proporcionar imágenes del páncreas y de los conductos biliares y pancreáticos superiores a los producidos por la ecografía estándar. Los médicos pasan un tubo delgado y flexible (endoscopio) que contiene un pequeño dispositivo de ultrasonido a través del estómago. El dispositivo genera una imagen detallada en la pantalla de una computadora.
- Radiografía de bilis y conductos pancreáticos: La colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) permite introducir un endoscopio por la garganta y el estómago hasta la abertura de los conductos biliares y pancreáticos en el duodeno. Un medio de contraste, introducido a través de un tubo delgado y flexible (catéter) dentro del endoscopio, permite obtener imágenes radiográficas de los conductos.
- Prueba de función pancreática: Esta prueba se puede realizar si un paciente ha perdido peso o el médico sospecha un problema de malabsorción. Existen varias pruebas, pero todas miden la capacidad del páncreas para secretar enzimas u otras sustancias necesarias para la digestión.
Tratamiento
- Pancreatitis aguda - Un ataque agudo de pancreatitis generalmente dura solo unos pocos días, a menos que haya complicaciones. El tratamiento para la pancreatitis aguda comúnmente incluye líquidos intravenosos (IV), antibióticos y analgésicos. Un ataque agudo de pancreatitis causado por cálculos biliares puede requerir la extirpación de la vesícula biliar o una cirugía endoscópica del conducto biliar. Después de que se eliminan los cálculos biliares y la inflamación disminuye, el páncreas generalmente vuelve a la normalidad.
- Pancreatitis crónica - Los médicos pueden tratar de aliviar el dolor del paciente y mejorar los problemas nutricionales y metabólicos que resultan de la pérdida de la función pancreática. El tratamiento para la pancreatitis crónica puede incluir líquidos intravenosos, analgésicos, una dieta nutritiva baja en grasas y suplementos enzimáticos. La cirugía puede ayudar a aliviar el dolor abdominal, restaurar el drenaje de las secreciones pancreáticas, tratar la pancreatitis crónica causada por el bloqueo del conducto pancreático o reducir la frecuencia de los ataques.
- Cirugía de vesícula biliar - Si los cálculos biliares son la causa de la pancreatitis, un médico puede recomendar una cirugía para extirpar la vesícula biliar (colecistectomía).
- Cirugía de páncreas - La cirugía puede ser necesaria para drenar el líquido del páncreas o para eliminar el tejido enfermo.
Tratamiento para la dependencia del alcohol.
Si el alcoholismo es la causa de la pancreatitis, un médico puede recomendar un programa de tratamiento para la adicción al alcohol.