Cirugía de vesícula biliar

Los cálculos biliares son depósitos de bilis que se endurecen y se forman en la vesícula biliar. Cuando esto sucede, la vesícula biliar puede inflamarse (colecistitis), lo que puede provocar fibrosis y cicatrización de la pared de la vesícula biliar. Si experimenta dolor abdominal intenso, ictericia o fiebre alta con escalofríos, es posible que tenga complicaciones graves causadas por cálculos biliares y que necesite cirugía.

Cómo se realiza el procedimiento

El tratamiento para los cálculos biliares es la extirpación quirúrgica de la vesícula biliar. Esto se puede realizar usando técnicas mínimamente invasivas (laparoscópicamente) o robóticamente. La cirugía mínimamente invasiva o robótica puede resultar en menos dolor, menos pérdida de sangre y una recuperación más corta.*

El procedimiento implica hacer de una a cuatro incisiones pequeñas e insertar un laparoscopio/endoscopio robótico e instrumentos largos y delgados a través de las incisiones. El laparoscopio tiene una cámara que el cirujano usa para ver mejor el área quirúrgica. La vesícula biliar se separa del hígado y la arteria y el conducto a la vesícula biliar se cortan y dividen.

Recuperación de la cirugía

La mayoría de los pacientes pueden irse a casa el mismo día de la cirugía y regresar al trabajo y sus actividades normales en menos de una semana. Se inicia una dieta después de la cirugía y los pacientes avanzan a una dieta baja en grasas según la tolerancia. Se pueden administrar analgésicos según sea necesario. Se recomienda caminar después de la cirugía y la actividad depende de cómo se sienta el paciente. Una visita de seguimiento con el cirujano normalmente ocurre dos semanas después de la cirugía.

*Los resultados individuales pueden variar. Hay riesgos asociados con cualquier procedimiento quirúrgico. Hable con su médico acerca de estos riesgos para averiguar si la cirugía robótica o la cirugía mínimamente invasiva son adecuadas para usted.