Un enfoque holístico para el manejo de la vejiga neurogénica

Un enfoque holístico y multidisciplinario del tratamiento puede mejorar los resultados de los pacientes relacionados con la salud física y psicosocial.

Objetivos del manejo de la vejiga neurogénica

Tres objetivos esenciales del manejo y tratamiento de la vejiga neurogénica son:

• Disminuir el riesgo de infecciones del tracto urinario (ITU)
• Prevenir la insuficiencia renal
• Abordar los objetivos de calidad de vida del paciente individualmente (p. ej., continencia, independencia, movilidad, interacciones sociales)

Un plan de atención eficaz también debe tener en cuenta la calidad de vida del paciente.

“Lo que termina sucediendo, seis meses o un año después, es que una vez que el paciente supera el diagnóstico neurológico inicial o el trauma, quiere volver a vivir su vida. La función de la vejiga y el intestino es un factor importante para estos pacientes”, dice Daniel Stein, MD, MHS, profesor asistente de reconstrucción genitourinaria y director del programa de residencia en traumatismos del departamento de urología de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad George Washington. “Varios estudios en los que participaron pacientes con vejiga neurógena, por lo general debido a una lesión de la médula espinal o afecciones neurológicas, muestran que, si observa su calidad de vida, los problemas de la vejiga y los intestinos están muy por encima de muchos otros problemas de calidad de vida”.

Tratamientos farmacológicos efectivos

Las últimas décadas han traído avances significativos en el manejo médico de la vejiga neurogénica.

“La mayoría de los médicos conocerán algunos de los medicamentos anticolinérgicos”, dice el Dr. Stein. “Pero es posible que no conozcan los nuevos agonistas de los receptores adrenérgicos beta-3 y Botox® como opciones de tratamiento”.

Los agonistas de los receptores adrenérgicos beta-3 relajan el detrusor al activar un mecanismo simpático que calma los nervios en la vejiga. Su eficacia es similar a la de los anticolinérgicos pero con menos efectos secundarios. También se pueden utilizar en combinación con anticolinérgicos.

La onabotulinumtoxina A (Botox) se puede inyectar en los músculos detrusores para disminuir las contracciones y es una opción de tratamiento eficaz para muchos pacientes. Las inyecciones de Botox generalmente deben repetirse cada tres a seis meses.

Cateterismo intermitente

Si bien la medicación es útil para abordar el almacenamiento de la vejiga, también es esencial para abordar el vaciado de la vejiga.

“La forma tradicional de vaciar la vejiga es a través de un catéter permanente, que puede ser incómodo y aumentar el riesgo de infección”, dice el Dr. Stein. “Entonces, el cateterismo intermitente se ha convertido en un pilar del manejo de la vejiga neurogénica”.

Hay varios tipos de catéteres intermitentes disponibles para satisfacer las diversas necesidades de los pacientes. La mayoría de las personas, incluidas aquellas con un uso limitado de las manos o que no pueden transferirse de forma independiente de su silla de ruedas a un inodoro, pueden aprender a autocateterizarse.

La capacidad de autogestionar este aspecto de la atención aumenta significativamente la independencia y la movilidad de una persona y amplía las opciones de movilidad y socialización en la comunidad. El autocateterismo intermitente también puede abrir la puerta para abordar otras preocupaciones personales y de calidad de vida, como la salud sexual.

Adoptar un enfoque multidisciplinario centrado en el paciente

“Es posible que los médicos en otras áreas de especialidad no pregunten a los pacientes sobre el funcionamiento de los intestinos y la vejiga porque se están enfocando en diferentes aspectos”, dice el Dr. Stein. “Recordar hacer esas preguntas es el primer paso para brindarles a los pacientes la atención adecuada para el problema”.

La disminución del funcionamiento de los riñones, las pérdidas de orina y más de una ITU por año son signos de que un paciente con vejiga neurógena debe programar una cita con su urólogo. Cuando todo el equipo de atención pregunta sobre el funcionamiento de la vejiga y los intestinos, los pacientes a menudo se vuelven más abiertos sobre estos temas y sus preocupaciones pueden detectarse antes de que surjan problemas graves.

“Muchas veces, se trata simplemente de pasar tiempo hablando con un paciente sobre estas cosas”, dice el Dr. Stein. “Una vez que trabajamos juntos, los pacientes se dan cuenta de que hay muchas formas de manejar los problemas de la vejiga que los ayudarán a alcanzar sus objetivos y mejorar su calidad de vida”.