El linfoma de Hodgkin ocurre cuando las células que se dividen en el sistema linfático crecen a un ritmo acelerado y desorganizado. Debido a que los vasos linfáticos se ramifican por todo el cuerpo, el linfoma de Hodgkin puede surgir en cualquier lugar y extenderse a órganos como el hígado, la médula ósea y el bazo. Por lo general, la enfermedad de Hodgkin se propaga sistemáticamente a los ganglios linfáticos adyacentes.
Factores de riesgo
- Se diagnostica con mayor frecuencia en pacientes entre 18 y 34 años, y después de los 55 años.
- Ocurre con mayor frecuencia en hombres que en mujeres.
- Historia familiar
- Tener el virus de Epstein-Barr
- Un sistema inmunitario debilitado debido al VIH.
Síntomas
Aquellos que sufren de linfomas de Hodgkin pueden experimentar una combinación de los siguientes síntomas:
- Hinchazón indolora en el cuello, las axilas o la ingle
- Fiebre
- Sudores nocturnos
- La pérdida de peso
- Picazón
- Fatiga constante
Detección y diagnóstico
Rayos X, tomografías computarizadas, imágenes por resonancia magnética (MRI) y tomografía por emisión de positrones (PET) Los médicos utilizan las exploraciones para detectar el crecimiento canceroso.
Los rayos X toman imágenes del interior del cuerpo con radiación de alta energía. Las tomografías computarizadas toman imágenes más detalladas del interior del cuerpo con una máquina de rayos X conectada a una computadora.
Las imágenes por resonancia magnética también toman imágenes detalladas, pero con un poderoso imán conectado a una computadora.
Las tomografías por emisión de positrones brindan más información sobre cómo funcionan los órganos y tejidos con una sustancia radiactiva llamada trazador.
Para hacer un diagnóstico, un patólogo debe realizar un biopsia, o examine un trozo de tejido extraído por un cirujano de uno de los ganglios linfáticos del paciente con un microscopio.
Opciones de Tratamiento
Terapia de radiación mata las células cancerosas con rayos X intensos dirigidos solo al crecimiento canceroso. La radiación se puede emitir desde fuera del cuerpo del paciente o se pueden colocar materiales radiactivos internamente en el área objetivo. Los efectos secundarios de la radioterapia incluyen pérdida de apetito, fatiga, náuseas, vómitos y problemas digestivos.
Quimioterapia implica tomar medicamentos que matan las células que crecen rápidamente, por lo tanto, las células no cancerosas también se pueden matar. Los efectos secundarios varían según el tipo de medicamento, pero en general, se espera pérdida de cabello, náuseas, vómitos, diarrea, pérdida de apetito, llagas en la boca y los labios y una menor resistencia a la infección.
Trasplante de médula ósea está reservado para los casos en que la enfermedad de Hodgkin regrese.